Algunas citas del libro:
“Era, eso sí, un
solitario, un hombre que se había construido voluntariamente, piedra a piedra,
una soledad en la que poder llevar una vida tranquila, buena o mala, y mantener
un equilibrio que nadie tenía el derecho de perturbar.”
“Virgili se ofreció a
acompañarla, pero la joven no contestó. Y aquel silencio no era un sí.”
“Virgili no tardó en
confesarle, aunque sin muchos detalles, que se estaba enamorando de una mujer a
la que nunca había visto, y que temía que la amaba precisamente porque era
imposible verla.”