“Leer a un cabrón y que
te guste no es absolverlo de ninguna manera, ni compartir sus convicciones o
convertirse en cómplice suyo, sino admitir su talento, no su ética ni sus
ideales.”
“Si dejas que se vea lo
que sientes, la has jodido. Nadie debe saber cuáles son tus sentimientos.”
“Que un tullido corra
con dos muletas no lo convierte en velocista.”
“Deja de jodernos con
tus problemas. Estás vivo, aprovéchate y vive.”
“A fin de cuentas, si de
luchar por los oprimidos se trata, más vale pedirles opinión y preguntarles qué
les gusta. Así nos ahorraremos volver a cometer ciertos errores enojosos.”
“A decir verdad, estoy
atascado en esta cuestión. ¿Hasta dónde hay que llegar para hacer a los hombres
felices a pesar suyo?”
“Me encontré en una
celda con otros dos rusos que no entendían por qué los habían detenido. ‘Yo’,
dijo un individuo de Kiev, ‘llegué con cinco minutos de retraso: me acusaron de
sabotaje.’ ‘Yo’, explicó un hombre que venía de Novgorod, ‘llegué con cinco
minutos de adelanto: me acusaron de espionaje.’ ‘Yo’ explicó Leonid, ‘llegué en
punto y me acusaron de haber comprado el reloj en Occidente’.”
“Tengo un problema con la lógica. Nunca he
entendido cómo podía decirse algo y hacer todo lo contrario. Jurar que quieres
a alguien y herirlo; tener un amigo y olvidarte de él; decir que somos de la
misma familia y no hacerse ni caso, como extraños; reivindicar grandes
principios y no ponerlos en práctica; afirmar que crees en Dios y proceder como
si no existiera; tomarte por un héroe cuando te portas como un canalla.”
“No puede uno protestar
cuando es un privilegiado; es un insulto para los que no tienen nada.”
“Hay libros que debería
estar prohibido leer demasiado pronto. Los desperdiciamos. Y pasa igual con las
películas. Habría que ponerles una etiqueta: no verlo o no leerlo antes de
haber vivido.”
“Qué le vamos a hacer.
Seguirás siendo un bárbaro. Del griego bárbaros,
que quiere decir ‘estúpido’.”
“¿Sabes, Michel? Si
Dios es tan grande como dicen y lo ve todo, no necesita que nadie le pida nada
para decidir lo que sea.”
“Existen tareas
insoportables, tales como enfrentarse con la realidad, decir la verdad o
admitir los propios errores.”
“Los grandes escritores
han hecho la aguda observación de que las mujeres insisten. Hasta que consiguen
lo que quieren y el protagonista confiesa.”
“Los grandes novelistas
tienen comprobado que, aunque las mujeres les sacan a los hombres promesas
absolutas, los hombres cometen casi siempre perjurio.”
“Cuando un hombre
realiza su sueño no hay ni motivo, ni fracaso, ni victoria. Lo más importante
en la Tierra Prometida no es la tierra, es la promesa.”
“Si te cruzas con una
mujer en el arcén de la carretera, te hace señas con la mano y te pide que la
ayudes, sobre todo no te pares. Las ruedas las cambian los de la grúa. Ellos
están inmunizados y no mezclan el trabajo con los sentimientos.”
“No sabemos si vale más
esperar y conservar la esperanza o hacerse a la idea y renunciar.”
“Cuando haces una
gilipollez no hay que remediarla nunca. Hay que ir hasta el final con la
esperanza de que tendremos algo de suerte para salir adelante. Si no, pagas dos
veces. Por la gilipollez y por haber intentado remediarla.”
“El día de la gran
bifurcación, el que acertó no fue el capullo que bajó del árbol para
convertirse en sapiens, sino el mono
que siguió cogiendo fruta y rascándose la tripa. Los hombres no han entendido
nada en esto de la evolución. El rey de los gilipollas es el que trabaja.”
“Si Dios en su
misericordia infinita creó incautos fue para que los incautásemos.”
“¿Dónde se esconde la
ira? ¿En qué recoveco del cerebro se nos pudre, estancada?”
“Es complicado eso de
la poesía. La gente piensa que te viene mirando la luna, frente al océano
embravecido, alzando la vista al cielo, de forma espontánea. Algo así como un
torrente que arrastra la fiebre de las palabras y las convierte en alegorías o
en sensaciones. Pero no hay nada que sea menos espontáneo. Hay que currar como
un carpintero con un cepillo en una tabla.”
“La poesía lleva su
tiempo. No se fabrica en cadena. Un escritor puede levantarse por la mañana y
decirse: voy a escribir cincuenta líneas, o quinientas, o mil palabras. Si un
poeta dice algo así es un impostor. Es como los diamantes. Cuando se recogen
con pala no tienen valor, son carbón.”
“Nadie puede
diferencias las lágrimas de la lluvia.”
“Nos reconciliamos en la muerte porque sabemos que ahí
somos todos iguales.”
