“La verdad es que los
hombres, como la fruta, permanecen inmaduros durante gran parte de su vida, y
luego se pudren.”
“La voz del pueblo
nunca se callaba, y cuantos menos elementos tuviera de los que hablar, más
hablaría y, allí donde fuera necesario, inventaría.”
“…yo nunca me fío de
nada ni de nadie, y le aconsejo que haga lo mismo: vivimos en tiempos de
insidia.”
“Al otro lado de las
ventanillas, el campo austríaco era negro como el olvido, y las escasas
estaciones que aparecían y desaparecían en un relámpago lograban iluminar el
panorama circundante solo durante unos pocos segundos, revelando una nada idéntica
a la que los rodeaba.”
“Pero no hay nada que
hacer: en este mundo, la mayor parte del talento se malgasta, porque para lograr
que crezca y dominarlo se requiere compromiso, mucho compromiso, se requiere el
deseo de esforzarse.”
“Si el enemigo queda a
tus espaldas no se llama libertad, se llama fuga.”
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