Caminando
Aunque sea dando tumbos,
caminar es mi destino.
No es un precepto divino,
que lo que falta son rumbos
y lo que sobra, camino.
Surcar valles y montañas.
Caminar bajo aguaceros.
Elegir bien los senderos.
Recorrer presto las brañas
y charlar con los arrieros.
Caminar entre carvallos
combatiendo la indolencia.
Caminar con insistencia.
Caminar hasta criar callos
en los pies y en la conciencia.
Caminar por un pedrero
y esquivar cualquier barrera.
Caminar cual bandolero,
con dinero o sin dinero,
como el rey de la ranchera.
Caminar en solitario
o, mejor, en compañía.
Yo, seguro, eludiría
el camino del calvario
si viniera cada día.
Si a mi lado caminara,
si conmigo recorriera
la senda y la carretera,
si mis dudas mitigara
y mis cuitas comprendiera.
Hacer con ella quisiera
el camino a la utopía...
Poner toda la energía
y cruzar a la otra acera
donde mora la alegría.
Y bajo un sol de justicia
o pisando blanca nieve
el camino se hará leve,
si se pierde una caricia
y se funde en el relieve
Mas si abandona mi ruta
y me deja en soledad
sucumbiré a la ansiedad.
Sin brújula, ni batuta
regresaré a la ciudad.
Bajo tristes nubes grises
el paisaje se recorta.
A otros mundos me deporta.
Como en el viaje de Ulises
el camino es lo que importa.
© Javier Suárez Pandiello
Lluis Llach - Mes lluny (fragmento de Viatge a Itaca)
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